El pistachero es un árbol muy especial. Sólo se desarrolla adecuadamente en unos puntos muy concretos del planeta. Necesita inviernos fríos, veranos cálidos y tierras poco arcillosas. Castilla La Mancha es un lugar privilegiado para el pistacho.
Allí cultivamos con mimo las mejores variedades de pistacho, para conseguir uno de los mejores pistachos del mundo.